Taxidermias: El arte de preservar la vida 
Preservar la vida tras la muerte es un anhelo humano; la taxidermia mantiene el aspecto de vida, y permite apreciar y recordar a un ser vivo que ya se fue.
- Redacción AN / GER

Por Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental
Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha intentado preservar la vida más allá de la muerte a través de la memoria, la fotografía o la escultura, aún hoy la búsqueda por mantener la esencia de lo que alguna vez fue, sigue vigente, siendo aparentemente parte de nuestra naturaleza como especie. La taxidermia comparte esa aspiración de llamémoslo así, conseguir esa “relativa inmortalidad”.
A la taxidermia la podemos definir como el arte de preservar y montar animales muertos con el propósito de que mantengan la apariencia que tenían en vida.
En sus primeras etapas, la taxidermia era un proceso artesanal basado en el uso de rellenos de paja o algodón para dar forma a los especímenes. Sin embargo, estos métodos carecían de la precisión anatómica y la durabilidad necesarias para una conservación efectiva. Fue en el siglo XIX cuando se produjo un cambio revolucionario con la introducción de técnicas más avanzadas, como el curtido químico de pieles y la creación de moldes de yeso que permitían una estructura más fiel a la anatomía real del animal.
Con el avance de la ciencia y la tecnología, la taxidermia fue adoptando nuevos materiales y enfoques innovadores. La utilización de modelos de fibra de vidrio y resina ha permitido la creación de estructuras internas más precisas y resistentes al paso del tiempo.
Además, el estudio detallado de la musculatura y la biomecánica de los animales ha llevado a un realismo sin precedentes, donde cada pliegue de la piel, cada expresión facial y cada postura reflejan con exactitud la vida que alguna vez, habitó en esos cuerpos.
La taxidermia como recurso educativo y de conservación
Esta técnica de preservación es común en los museos de historia natural, donde es una herramienta invaluable para la educación, la investigación, la conservación de especies y la biodiversidad en su conjunto, ya que gracias a la preservación de especímenes, los visitantes pueden apreciar de cerca la anatomía y las características de organismos que de otro modo solo conocerían a través de fotografías o videos. En estas instancias hay ejemplares preservados con esta técnica incluso de más de cien años.
La capacidad de observar a los animales en una postura natural, con expresiones fieles a su comportamiento en vida, genera un impacto duradero en el público y fomenta la curiosidad científica; muchos biólogos se han enamorado de su campo de estudio gracias a las taxidermias que vieron durante una visita al museo en su infancia o adolescencia.
En un mundo donde la biodiversidad enfrenta múltiples amenazas, la taxidermia sigue desempeñando un papel crucial en la educación y la concientización ambiental, asegurando que las generaciones futuras puedan seguir maravillándose con la majestuosidad del reino animal.
Dicho lo anterior, es necesario dejar claro, que a medida que la conciencia sobre la conservación y el respeto por la fauna ha crecido, la taxidermia también ha evolucionado en términos de su concepción. Hoy en día, los especímenes preservados con esta técnica se consideran dentro de los museos e instituciones de investigación como patrimonio natural y como ejemplares representantes de la biodiversidad tanto extinta como actual.
Las colecciones de los museos, provienen principalmente de fuentes como zoológicos o reservas naturales, donde los animales han fallecido por causas naturales. Esta transición ha permitido que la taxidermia mantenga su relevancia sin contribuir a la explotación de la vida silvestre.
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Actualmente en los museos gracias a la magia de la museografía las taxidermias se exhiben en recreaciones (dioramas) de su hábitat brindando con ello mayor información sobre su conducta y su importancia ecológica, convirtiéndose en una ventana a la majestuosidad de la naturaleza que permite un acercamiento único a la vida animal de nuestro planeta.
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Acerca del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental
El Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental (MHNCA) es una institución cultural pública de divulgación científica sin fines de lucro. Es un espacio de encuentro y aprendizaje para visitantes de todas las edades, cuyo propósito es estimular, documentar y dialogar entorno a todas las actividades que promuevan el conocimiento acerca de las Ciencias Naturales (el universo, la Tierra y la vida) y el fomento a una cultura ambiental a través de un museo vivo que inspire el aprendizaje de la historia natural para toda la vida.