Naturaleza AristeguiNaturaleza Aristegui

“El arte no ayuda más que la sociedad civil ni es el único camino”: Teresa Margolles Naturaleza Aristegui

El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey presenta ‘¿Cómo salimos?’, la exposición más grande dedicada a la artista mexicana.

  • Redacción AN / HG
16 Nov, 2025 15:50
“El arte no ayuda más que la sociedad civil ni es el único camino”: Teresa Margolles

Por Héctor González

Ciudad Juárez es más que un sitio de trabajo para Teresa Margolles (1963), es un lugar al que siempre regresa y del cual han salido piezas emblemáticas de su obra. Ahí, en una ocasión mientras a bordo de su van conocida como “la FRONCHI” (Frontera Norte Chiahuahuense) -vehículo que si hablara tendría mucho que contar-, esperaba a una amiga en la zona de Anapra, vio como se le acercaron un grupo de niños que a manera de juego comenzaron a sacudir la camioneta.

La artista, siempre acompañada por su cámara, comenzó a grabarlos. Los menores continuaron con el juego y le preguntaron: “¿Cómo salimos?”. Desde entonces la pregunta acompaña a la artista y hoy da título a la retrospectiva recién inaugurada en Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO). Y que, por cierto, abre con la FRONCHI, ubicada en la explanada del recinto norteño.

La exposición es la primera de tres grandes revisiones de su trabajo que se realizarán alrededor del mundo, adelanta la curadora y titular del MARCO, Tayana Pimentel.

Protagonista del arte contemporáneo a nivel global, Teresa Margolles ha explorado temas como la violencia, la migración y la desaparición forzada. Con un diplomado en Medicina Forense, creó el Proyecto SEMEFO junto con artistas como Arturo Angulo y Carlos López que se mantuvo en activo hasta finales del siglo XX.

De manera individual Margolles comenzó a desarrollar una carrera que la ha llevado a exponer en los museos Reina Sofía (España), Rufino Tamayo y Universitario de Arte Contemporáneo, además de representar a México en la Bienal de Venecia.

“Teresa no es una artista que responda a un boom, tiene un proceso de trabajo de más de 20 años. Cuenta, además, con un elemento particular: su perseverancia sobre el discurso. Ocupa un lugar relativo a la migración, a las fronteras, a la violencia y al dolor. Es una artista que opera desde el arte para recuperar memoria y darle un lugar, es una de las creadoras contemporáneas más importantes del mundo y es una artista necesaria”, agrega Pimentel.

El montaje exhibe 23 obras de 18 proyectos realizados desde el 2003 a la fecha y pone el acento en los temas recurrentes de la artista. “No es alguien de soluciones, simplemente anota con sus herramientas, procesos estéticos derivados de un análisis y contacto director y diario con la realidad”, apunta la curdora.

Migración y violencia

Esta es la primera ocasión en que un museo dedica una muestra de estas dimensiones al trabajo de la sinaloense. “La exposición está dedicada a mi pueblo, Culiacán”, declara Margolles. Hacer el recorrido con ella nos asoma a la trastienda de una artista en la que nada es gratuito. Blowback/El poder a simple vista parece una bata de alta costura tapizada con vidrios. Una vez que la autora habla, el significado cambia, “La intervención en la manga está hecha con vidrios de automóviles recuperados de la tarde del jueves negro en Culiacán”, detalla en alusión al tiroteo ocurrido el 17 de octubre de 2019.

Más adelante, encontramos Sin título, una de las comisiones encargadas por el MARCO para la exposición. La instalación presenta 32 paneles de vidrios recuperados de espacios abandonados a causa de la erosión del tejido social, mientras se recorre la sala se escuchan audios de los trenes que se desplazan del sur al norte de México y que llevan migrantes. Cada vidrio alude a uno estados del país. “La Bestia no tiene horarios y mientras pasa observas. En Ciudad Juárez grabamos el sonido de este corazón que atraviesa el país. El temor de que se rompa el vidrio es el temor que cada familia siente por perder a su hijo”, apunta la artista.

El trabajo de Teresa Margolles es político, mas no partidista. Reflexiona sobre el presente, pero sin consigna ni propaganda. Por eso sus obras tienen cabida en cualquier parte del mundo. La gran América es un trabajo realizado con bloques de arcilla proveniente de los márgenes del Río Bravo y sirve para reconocer a quienes cruzan por ahí. “La comencé a hacer pensando en los que se iban, pero con las nuevas políticas de Trump también se refiere al recibimiento de los que están de vuelta”.

La relación con los materiales de uno de los rasgos que hacen únicos su proceso creativo. Dylegued (Entierro) es un proyecto donde se le pide al curador que intervenga y que traiga una tela bordada por una mujer que ha perdido un familiar por asesinato. Mientras tejen las víctimas dialogan y se acompañan. “Cada tela es distinta. Quería cuestionar lo que hay detrás de la belleza de las artesanías, historias de infanticidios, violencia y abandono”.

Una de las piezas más recientes es Aproximación al lugar de los hechos, la cual nace una investigación sobre las personas asesinadas en Monterrey y sus áreas conurbadas entre el 1 de enero y el 31 de octubre de 2025. “Es una escultura sonora, cada gota que cae en una plancha caliente tiene distinto ritmo y emoción. Cuando te avisan que tu hijo murió sientes un golpe y aunque el agua se evapore, la huella queda. Un asesinato destruye a una familia, es muy difícil que se recupere porque siempre queda la huella. Este goteo o señalamiento llega a todo el país, puede evaporarse, pero siempre estará marcado”, dice Margolles.

La exhibición abarca también distintos periodos. El enjoyado data de 2009 y consiste en 12 artículos de joyería en oro de 18 quilates cuyos diamantes en realidad son fragmentos de cristal extraídos de cuerpos asesinados durante un ajuste de cuentas en Culiacán. Las joyas se muestran a través de un performance, en donde, la persona que desarrolle el acto, lo portará durante su recorrido por el museo.

Por otro lado, La huella (2019) es una instalación conformada por moldes de yeso que registran el rostro de migrantes haitianos en Chile, un antecedente de Mil veces un instante, en el cuarto pedestal de Trafalgar Square, convirtiéndose en la primera obra de una artista latinoamericana, comisionada para el distinguido espacio público londinense.

De la oscuridad a la ilusión

Que Teresa Margolles realice una pieza puede llevar años.  Inclusión, por ejemplo, se inició en 2017 y concluyó en 2019. Por invitación, viajó a la frontera entre Venezuela y Colombia. Atestiguó el flujo migratorio en el Puente Simón Bolívar y observó la forma en que se modificó producto de una crisis política entre ambos países.

“Mis procesos de trabajo son muy largos, pero eso me permite conocer a detalle la tierra donde trabajo. En este caso quienes cruzan de Venezuela, solo cuentan con su cuerpo y fuerza. Solo podrán seguir quienes mejor se encuentren porque a esta máquina llamada capitalismo lo que le interesa es el cuerpo y no el individuo. Las personas que participaron en este proyecto se tapan el rostro con su playera porque al final no importa eso, quien no llegue será sustituido por otros. Nosotros hicimos un intercambio con los migrantes: me dieron su camiseta y a cambio les dimos víveres. Al final comprimimos las telas y su sudor para que quedara algo similar a una piedra que representa lo que se construirá en los nuevos países”.

Obra a obra Margolles deja ver su universo creativo, sus obsesiones, pero también sus efectos. Karla, es un retrato de gran formato de una amiga y colaboradora suya en Ciudad Juárez. “Karla y yo nos juntábamos y hablábamos. Era cantante, trans, trabajadora sexual y cuando murió yo no estaba. La última vez que la vi fue en una esquina sentada con unas construcciones destruidas y con una luz preciosa.  Su asesinato quedó impune y lo único que pude hacer por ella es hacerle un homenaje por medio del arte. Una foto.

En la misma ciudad fronteriza se ideó la serie Pistas de baile, donde se muestra al centro de la ciudad derruido. Producto de la violencia la vida social y económica terminó y con ello fuentes de trabajo de la comunidad trans. “Llegué a Juárez en 2006, entonces el centro ya estaba decadente, pero todavía había ambiente, fiesta y trabajo. Poco a poco lo vi caer. Mientras hacía fotos en la calle Mariscal, conocí a Karla. Se acercó pensando que era periodista y me contó su historia. Le propuse que nos uniéramos como artistas y comenzamos a hacer lecturas, videos. En uno de mis regresos ya no había nada y pensé que podríamos hacer un scouting para imaginarnos donde estaban los lugares donde ella y sus amigas trabajaban, así nació esta serie”.

Una de las últimas obras de ¿Cómo salimos?, es La ilusión, otra de las comisiones encargados por el MARCO a la artista. Consiste en la recuperación del lumínico de lo que antes fue el Cine Monterrey. Margolles se dio a la tarea de darle nueva vida. “Me gusta trabajar con los lumínicos porque cuentan algo de los lugares donde estaban. Me interesaba que volviera a iluminar, y preguntar ¿se puede iluminar lo que está desgastado?, ¿podemos volver confiar?, esa era la pregunta que me interesa formular”.

Para Teresa Margolles su trabajo habla por si solo. Evita conversar de cuestiones ajenas a la exposición y tampoco busca aleccionar. Pese a lo oscuro que envuelve a los temas que le interesan, reconoce que tiene algo de esperanza, una esperanza que no necesariamente se vincula con su quehacer. “El arte no ayuda más que la sociedad civil, no tiene magias y tampoco es el único camino. No tengo respuestas, pero sí creo que el diálogo y el escucharnos es la forma de salir adelante”.

 

Temas Relacionados