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¿Los ajolotes pueden readaptarse a la vida silvestre? UNAM responde Naturaleza Aristegui

El experimento reveló que los ajolote sobrevivieron y se alimentaron exitosamente en ambos sitios. Además, las hembras de La Cantera recorrieron más distancia diaria (86.75 m) que los machos (54.33 m).

  • Redacción AN / SH
16 Jun, 2025 14:10
¿Los ajolotes pueden readaptarse a la vida silvestre? UNAM responde
Foto: Cuartoscuro

En el marco de una investigación sin precedentes, científicos del Instituto de Biología (IB) de la UNAM y de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) dieron un paso crucial en el conocimiento del ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum), especie endémica y en peligro crítico de extinción, al estudiar su comportamiento fuera del laboratorio.

El estudio, publicado en la revista PLOS ONE, analizó a ajolotes criados en cautiverio que fueron liberados en dos entornos controlados: una chinampa restaurada en el lago de Xochimilco y un cuerpo de agua en La Cantera Oriente, dentro de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel.

Del laboratorio al lago: la vida real de los ajolotes

La investigación buscaba responder una pregunta clave: ¿pueden los ajolotes criados en cautiverio readaptarse a la vida silvestre?

Según Alejandra Ramos, investigadora de la UABC y líder del proyecto, los ejemplares en cautiverio “cambian morfológicamente y pierden conductas vitales para sobrevivir”, como reconocer depredadores o cazar.

“Queríamos entender cuánto, cómo y por dónde se mueven cuando están en vida libre”, explicó Luis Zambrano, del Laboratorio de Restauración Ecológica del IB-UNAM. Pese a ser uno de los animales más estudiados del mundo en laboratorios, el ajolote es un misterio en su hábitat natural.


El experimento reveló que los ajolote sobrevivieron y se alimentaron exitosamente en ambos sitios. Además, las hembras de La Cantera recorrieron más distancia diaria (86.75 m) que los machos (54.33 m).

Mientras que en Xochimilco, el movimiento fue menor y disminuyó con la edad. En cuanto a los cambios morfológicos, los ejemplares ganaron peso tras la reintroducción, lo que sugiere adaptación. Y tan solo dos murieron por depredación aviar. 

El análisis se realizó mediante telemetría VHF y reveló que los ajolotes tienen una sensibilidad térmica muy específica. Esto, sumado a su respiración cutánea, los hace extremadamente vulnerables a cualquier cambio en el agua, como temperatura o contaminación.

Sin Xochimilco, no hay ajolotes silvestres

Los investigadores coinciden en que, si bien los ajolotes pueden adaptarse a humedales artificiales, la única forma de garantizar su supervivencia es restaurar su hábitat original.

“El ajolote es una especie bandera que atrae atención. Pero no puede vivir sin Xochimilco. Este lugar debe dejar de ser una cantina flotante para volver a ser lo que fue por más de 1,500 años: un espacio de producción agrícola tradicional”, señaló Zambrano.

Este estudio pionero muestra que los ajolotes no solo pueden vivir en libertad, sino que también pueden enseñarnos cómo recuperar y proteger los ecosistemas que los sostienen. Pero eso no será posible sin un cambio profundo en la relación que tenemos con nuestros cuerpos de agua.

Alejandra Ramos destacó que reproducir ajolotes no es difícil, pero tener poblaciones silvestres estables requiere tiempo, restauración y trabajo conjunto con chinamperos y pescadores.

Foto: Cuartoscuro

“Hoy sólo hay una chinampa restaurada. Estamos empezando, pero ya vimos que restaurando Xochimilco podemos tener ajolotes libres. Esa es la clave: restaurar el ecosistema, no solo salvar al animal”, subrayó.

Este estudio pionero muestra que los ajolotes no solo pueden vivir en libertad, sino que también pueden enseñarnos cómo recuperar y proteger los ecosistemas que los sostienen. Pero eso no será posible sin un cambio profundo en la relación que tenemos con nuestros cuerpos de agua.