“Si en México la vida no vale nada, en buena medida se debe al racismo”: Federico Navarrete |Video 
El historiador y antropólogo reedita su libro ‘México racista. Una denuncia’.
- Redacción AN / HG

Por Héctor González
“Cada vez más las voces de quienes niegan el racismo son minoritarias”, advierte el historiador y antropólogo Federico Navarrete (1964). Desde hace varios años, el académico no solo se ha dedicado a desmitificar periodos como la Conquista, también ha abordado temas tan arraigados como la discriminación.
Autor de Alfabeto del racismo mexicano y México racista. Una denuncia, éste último un título que vuelve a circular bajo el sello DeBolsillo, Navarrete considera que los mexicanos “somos polidiscriminatorios”, y que en esta práctica se sostiene buena parte de la crisis de violencia que hoy vivimos.
¿Cómo fue su reencuentro con México racista. Una denuncia? ¿Hizo alguna modificación a la primera edición?
No, fue escrito en un contexto particular y modificarlo habría sido artificial. Lo escribí en 2015, después de que el movimiento a favor de encontrar y hacer justicia para los estudiantes de Ayotzianapa se había disuelto a finales de 2014. Ahora que lo lanzamos de nuevo, el tema de los normalistas sigue vigente, sin resolverse, y cada vez es más claro que fue el Estado y que no asumirá la responsabilidad.
¿De qué manera ese tipo de acontecimientos son producto del racismo?
Nadie puede argumentar que los estudiantes de Ayotzinapa fueron desaparecidos debido a su color de piel. Fue un crimen de Estado, pero no producto directo del racismo. Sin embargo, en nuestro país sistemáticamente se devalúa a la mayoría de la población por su color de piel, origen indígena y su cultura, lo que implica que son invisibles e ignorados en sus derechos y por lo tanto es más fácil desaparecerlos. Si en México la vida no vale nada en buena medida se debe al racismo, a que hay una cultura que devalúa los derechos y la forma de ser de la mayoría de la población. La violencia se alimenta de desigualdad, corrupción, extractivismo y racismo.
Y da pie a otro tipo discriminación…
Cierto, así como hay gente poliamorosa los mexicanos somos polidiscriminatorios, lo hacemos por género, color de piel, por identidad, tipo de cuerpo e identidad sexual. Hay personas que reúnen más de dos categorías, de ahí viene el concepto de interseccionalidad y la amplia discriminación o violencia, que sufren las mujeres indígenas y los mismos jóvenes de Ayotzinapa.
Durante mucho tiempo se decía que México no era un país racista, hoy parece que se reconoce lo contrario, ¿no?
Ha habido un auge de publicaciones sobre el racismo, un surgimiento de varios movimientos antirracistas, incluso este gobierno ha reconocido su existencia y la ha criticado. Cada vez más las voces de quienes niegan el racismo son minoritarias.
¿Existe el racismo a la inversa?
El racismo históricamente fomentaba el genocidio de las poblaciones indígenas de América y la esclavización de las personas afroamericanas, que de repente se burlen de personas privilegiadas es otra cosa. La discriminación está mal y no es justo señalar a nadie por su color de piel, preferencias sexuales o aspecto físico, pero tengamos proporción histórica. El racismo es un sistema que mata y ha esclavizado.
¿Qué piensa de la cultura de la cancelación y de los cambios se hacen en obras literarias por el uso de palabras que hoy se consideran ofensivas?
La rockera Patti Smith, en su álbum Easter, tiene una canción llamada “Rock and Roll N…”, al final dice una palabra que ya no se puede usar, incluso no se escucha en Spotify. Al volverla a oír caí en cuenta que ya no se puede escuchar igual. El lenguaje está vivo, si una sociedad cambia, el lenguaje también debe hacerlo. En los setenta cuando era niño, había términos homofóbicos que nos parecían chistosos y hoy eso me avergüenzan, en ese entonces había compañeras y compañeros homosexuales que no podían decirlo porque había un desprecio generalizado. Si el costo de que los homosexuales tengan más derechos atraviesa por no usar ciertas palabras creo que es una cuestión de ponerlo en la balanza. Son más importantes los derechos que las palabras.
La misma canción de Patti Smith o el uso de términos como “gordo” en los cuentos de Roal Dhal han despertado debate entre los propios círculos académicos…
Es un tema complejo y habría que revisar cada caso. No creo que se pueda hacer una legislación general, depende del peso de las palabras o las temáticas en dichas obras. Si son centrales a lo mejor la obra deja de poder funcionar, si es algo secundario, tal vez no tenga ningún impacto cambiarlas. No conozco los textos de Roald Dahl, en el caso de Patti Smith, sí te puedo decir que el uso de N word, no tiene ninguna connotación racial, pero es verdad que yo conozco su trabajo, si alguien que no la ubica y escucha la canción sí puede pensar lo contrario.
¿La polarización en el país tiene un fondo racial?
Es frecuente que a los que hablamos de racismo nos caiga la acusación de que estamos dividiendo, pero quien nos los dice es quien realmente divide a la sociedad. Desde 2014, con la desaparición de los 43 estudiantes y la casa blanca de Peña Nieto, nos quedó claro que hay una mayoría que diariamente está en riesgo de perder la vida y hay otra minoría que no quiere perder sus privilegios. Esa división ya estaba, no es creación de este gobierno. Concuerdo con lo que dice Jorge Zepeda, si uno se mueve en los círculos de opinión de la Ciudad de México pareciera que todo está polarizado, pero en otros sectores del país no hay tal, más bien parece haber un consenso respecto a un proyecto y un partido político.






